La mañana del sábado se caracterizó por el aprovechamiento de la cama por parte de la mayoría de los participantes en el Intercambio. Por suerte, en esta jornada se dio la posibilidad de retrasar el despertador una o dos horitas, circunstancia que agradecieron los más fiesteros/trasnochadores del grupo. Aún así, debemos señalar que también hubo quien aprovechó desde temprano para salir a pasear o incluso desplazarse hasta alguna interesante conferencia sobre arte, una forma distinta de vivir la capital.
Pese a todo ello, lo cierto es que para esta mañana estaba programada una actividad bastante peculiar: el concurso de fotografía creativa. Para éste, la tarde anterior se había establecido mediante consenso el tema a tratar. Para esta edición, como era de esperar, se pensó en abordar el tema de moda: "la crisis"; tema candente y trasfondo de todas nuestras actividades, que tampoco podíamos obviar en esta ocasión. Pero una crisis tratada desde otra óptica, aprovechando quizás el ingrediente artístico (estético) que lleva intrínseco la fotografía. En concreto, se planteó encontrar "El lado positivo de la crisis", algo así como esa cara más revulsiva que, lejos de llegar a ser amable, invita a hacernos reaccionar frente a las adversidades.
Para este día, el almuerzo fue libre y, justo después de este, quedamos en uno de los puntos más emblemáticos del centro de la ciudad: el monumento de "El oso y el madroño", símbolo de la Villa de Madrid. Una vez reunidos todos, comenzamos un paseo que cruzaría por la reciente zona creada de Madrid Río, hacia la sede de la siguiente actividad programada, el polideportivo de los salesianos, donde tendría lugar una especie de exhibición de Batizado de capoeira, organizada por Abadá Capoeira. Este espectáculo estuvo marcado por lo pintoresco de su puesta en escena, de corte ritualista y con origen en los esclavos brasileños que debían practicar técnicas de defensa de manera clandestina, de ahí la utilización de la danza como encubridor de los movimientos. El show no fue visto por todos con los mismos ojos, quizás por los movimientos repetitivos de los protagonistas que llegaban a aburrir a los menos interesados y versados en el tema. Por otro lado, la música percutiva de estos eventos también pudo llegar a parecer demasiado escandalosa.
Tras dejar el polideportivo, el grupo se dirigió hacia el barrio de Lavapiés, donde se encuentra la tienda de "Tierra Solidaria" de la ong Aculco, organizadora del Intercambio. En este local, los jóvenes aprovecharon para probar el café y los demás productos autóctonos de Colombia con los que trabaja este establecimiento a través del llamado "comercio justo", una manera más solidaria y coherente de compra-venta.
Por último, para rematar el día, disfrutamos de un buen bocadillo en un restaurante en plena Plaza Mayor de Madrid, otro de los centros turísticos principales de la ciudad. Tras terminar la velada, la mayoría de los jóvenes se dirigieron hacia la zona de bares dispersándose en varios grupos distintos, volviendo a los apartamentos a distintas horas según las ganas de marcha.
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